Forma parte ya del lenguaje cotidiano denominar Zona Cero a aquel espacio (físico o no) que ha sido objeto de un acontecimiento de tal magnitud que, automáticamente, pone el contador a cero en la historia particular de ese sitio (físico o no): primero para que no se olvide y, segundo, para que todo pueda ser reformulado desde ese nuevo punto de partida. El momento actual de crisis generalizada puede convertirse (si no lo ha sido ya) en la Zona Cero para la arquitectura en nuestro país: un espacio de tiempo, concreto, a partir del cual nos veremos obligados a buscar nuevos caminos. / Forms part of everyday language to call Zero Zone to that space (physical or not) that has undergone an event of such magnitude that automatically sets the counter to zero in the particular history of that site (physical or not): first so that is not forgotten and, second, so that everything can be reformulated from this new starting point. The present time of general crisis can become (if it has not already been) at Zero Zone for Architecture in our country: a space of time, concrete, from which we will be forced to seek new ways.

28/6/12

FRANCIA ESCOLAR / HESSAMFAR & VÉRONS ARCHITECTES

Hessamfar & Vérons, Escuela maternal Jean Jaures en Cenon (Francia)
En el 2008 el joven equipo de Burdeos: Hessamfar & Vérons architectes, compuesto por Marjan Hessamfar (1973) y Joe Vérons (1973), se alzaron con el premio de ese año que el grupo Le Moniteur otorga, entre otros reconocimientos, a las primeras obras construidas de arquitectos noveles, L´Equerre d´Argent: una delicada pieza destinada a la Escuela Maternal Jean Jaures en Cenon (Francia).


Hessamfar & Vérons, Escuela maternal Jean Jaures, planta 
En una parcela cercana a la población, Hessamfar&Vérons propusieron un pabellón, de una sola planta, situado como un objeto sobre un tapiz verde, que dirige su mirada hacia el interior, organizando las piezas alrededor de un generoso patio que ocupa el corazón de la escuela. Esta idea intimista de apresar, parcialmente, una porción de espacio entre las paredes del edificio se desarrolla en planta pero se piensa desde la sección. El corte transversal, con el que los arquitectos explican su proyecto, condensa en un gesto lo que  luego será la obra: un pequeño pabellón con atrio y cubierta en impluvium, en el que ese espacio atrapado asume su condición de lugar protector, alejado de la calle, en el que los más pequeños aprenden jugando.
Hessamfar & Vérons, Escuela maternal Jean Jaures en Cenon, sección 
Hessamfar & Vérons, Esc.Jean Jaures, escorzo desde la calle de acceso 
Si el interior se vuelca sobre si mismo, la imagen exterior nos habla de un cofre protegido (la protección, nuevamente) de las vistas, y de la acción directa del sol, mediante una sensual envolvente leñosa, realizada con rastreles de madera que ocupan, en vertical, toda la altura del pabellón, pasando incluso por delante de las fenestraciones a modo de celosía. La modulación vertical de los bastones de madera sirve de perfecto contrapunto a la fuerte componente horizontal del bloque, potenciada por el oscuro remate metálico que confina el borde visto de los faldones de cubierta que corona el pequeño edificio. Esta delicada piel superpuesta no llega tocar el manto verde sobre el que se asienta, arrancando desde un sutil zócalo, recurso con el que el edificio parece flotar en el aire.

Hessamfar & Vérons, Escuela maternal Jean Jaures en Cenon, vista de la fachada posterior
El interior de la pequeña escuela es tan elaborado como la imagen exterior; una alfombra de linóleo verde -en recuerdo del manto de césped del patio y del prado exterior- recorre todo el centro, creando una fuerte sensación de contraste con las carpinterías exteriores oscuras y los tonos claros de las paredes y los techos.   


Hessamfar & Vérons, Escuela maternal Jean Jaures en Cenon (Francia), interiores

En las zonas dispuestas a modo de filtros entre exterior e interior, dos grandes aberturas que dan forman a los porches cubiertos presentes en las dos fachadas opuestas: la recayente al acceso principal (poniente) y la que conduce al interior de la parcela (levante), los autores optan por dar continuidad al material que construye la envolvente del pabellón, con cielos rasos de madera que techan estos espacios a resguardo de las inclemencias del tiempo. 
Hessamfar & Vérons, Escuela maternal Jean Jaures en Cenon, porches
La especial sensibilidad que Hessamfar&Vérons demuestran en la suave piel de madera no es una cuestión puramente circunstancial o de oportunidad  ya que, en la corta pero prometedora trayectoria de la pareja, este noble material ha estado presente en algunas de sus obras; concretamente, en el Centro Departamental en Loisirs (2010) (abajo izquierda)  y en el Centro Técnico Municipal en Cenon (2008) (abajo, derecha).





Fuentes:
+ Fotógrafo: David Helman